En breves palabras, relato como hemos llegado hasta aquí:

Dios, en su infinita misericordia nos llamó al ministerio, donde el propósito central, durante estos años, ha sido la predicación del evangelio. Isaías 61:1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.

El llamado y la unción puesto en nuestras vidas lo hemos llevado con humildad y temor guiados por el camino y la dirección que Dios nos dio, y en el proceso, hemos visto el cumplimiento de su palabra.

Hechos 2:47 ...Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

Así pues, hemos visto cómo Dios, en su amor, ha levantado a tan amada iglesia, siendo el pilar de ella nuestro Señor Jesucristo, el Padre y su Espíritu Santo, otorgándonos una ciudadanía celestial.

(Efesios 2:19) Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos del pueblo elegido y miembros de la familia de Dios.

En el camino, Dios ha ido capacitando nuestras vidas dándonos de su gracia, sabiduría y conocimiento, y nos ha enseñado el cuidado de nuestra fe y la importancia de servirle y encontrar nuestro lugar en el reino de Dios para la propagación del evangelio.

Efesios 4:11, 12 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.

Damos gracias a Dios y a nuestra amada iglesia por tan arduo trabajo y seguiremos, como buenos soldados, listos para la obra que aún no termina.

¡Si tu también estás buscando un lugar para aprender, adorar y crecer en la fe, te invitamos a unirte a nosotros!

Y como dijo el Apóstol Pablo:

Filipenses 3:4 Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Pastores Enríquez.

Pbro. Ramón Enríquez y Dora Zúñiga de Enríquez.